Siguiendo las indicaciones del Servicio de Patrimonio Cultural, el equipo de AUG-ARQUITECTOS, SLP y sus colaboradores ha presentado al Ayuntamiento de Alcalá del Júcar una nueva versión del Plan Especial de Protección del Conjunto Histórico Artístico de este municipio. Esta nueva versión da respuesta a las subsanaciones requeridas por el citado Servicio e incluye una adaptación planimétrica y documental a las herramientas GIS, lo que ha permitido generar unos planos de gran precisión y calidad. La documentación presentada incluye todos los instrumentos necesarios para reiniciar la evaluación ambiental y territorial, habida cuenta de que al demorarse cinco años el informe del Servicio de Patrimonio Cultural, el expediente caducó y ha sido necesario impulsar de nuevo dicha evaluación. Bajo la denominación de “Borrador”, en realidad se ha entregado un documento completamente desarrollado con todo detalle, incluyendo un catálogo de bienes y espacios protegidos de la zona de estudio.
Alcalá del Júcar, como gran parte de los conjuntos histórico-artísticos de España, tiene su origen en algún hito geográfico singular (en este caso, la Hoz del Júcar), y su paisaje responde a la necesaria adaptación del poblamiento a las condiciones que impone la singularidad de su geología y topografía. En el caso de Alcalá del Júcar, estas circunstancias han dado lugar a un CHA que se adapta al territorio y se relaciona con la geografía fluvial, mediante la disposición de calles y edificios sobre el terreno, generando una morfología que desciende por la ladera oriental del meandro y crea un hermoso aterrazamiento, otrora troglodítico y actualmente conformado por sencillas pero armónicas muestras de arquitectura popular. Y es ahí donde adquiere todo el protagonismo su vinculación con el río Júcar y la geología del entorno, dando lugar a un caserío modelado (en origen, al menos) con el empleo de técnicas tradicionales, materiales, texturas y colores de limitada gama cromática, con predominio del blanco de las fachadas y los tonos arcillosos de sus cubiertas), conformando un espacio integrado en el que prevalece el conjunto sobre las individualidades (con la excepción del Castillo y la Iglesia de San Andrés).
Esta valoración del conjunto urbano y de su imagen global, constituye una aproximación al paisaje cultural. La introducción de nuevas actuaciones en ese conjunto debe considerar necesariamente ese valor integral de lo urbano, entendido como un elemento importante a mantener y conservar, sin excluir la posibilidad de un proyecto de futuro que incorpore nuevos elementos, pero respetando inexcusablemente los valores ya conseguidos y consolidados.
Para alcanzar los objetivos marcados por este plan, fue necesario desarrollar un riguroso trabajo de campo y el diagnóstico de las amenazas y debilidades del municipio, desde el punto de vista patrimonial y paisajístico, para a partir de ello, formular las propuestas. De forma propositiva, se relacionan a continuación algunas de las directrices y objetivos del PEPCHA establece, para hacer frente a las amenazas que han sido identificadas en su entorno inmediato: