El Ayuntamiento de Benirredrà (Valencia) acordó en el pleno celebrado el pasado 29 de febrero someter a exposición pública y consultas la versión inicial del Plan General Estructural (PGE) y del Plan de Ordenación Pormenorizada (POP) redactados por la empresa AUG-ARQUITECTOS, SLP, incluyendo todos los documentos vinculados a estos instrumentos. Con este acuerdo se da un impulso decisivo para la revisión del planeamiento de este pequeño municipio.
El término municipal de Benirredrà, de tan solo 0,39 km², es uno de los más pequeños de la Comunidad Valenciana y se encuentra conurbado con Gandía, municipio que lo rodea en todo su perímetro. La delimitación tiene forma irregular, pero asimilable a un rectángulo de lados sensiblemente desiguales y su reducida superficie está ocupada por el casco urbano, una pequeña zona de cultivos y la vertiente este de Serra Falconera por el que discurren la autopista AP-7 y la carretera N-332. La altitud es de 28 m.s.n.m. y la distancia aproximada a la costa es de 5 km. pero no es un municipio litoral.
La poca superficie del territorio ordenado determina que el tratamiento del suelo y, en especial, el posible crecimiento, deban proponerse con toda cautela, pues en pocos lugares como en este, puede afirmarse que el suelo es un recurso finito. Es por ello que los promotores del plan y el equipo redactor consideraron aconsejable no agotar el crecimiento máximo posible señalado por la Estrategia Territorial de la Comunidad Valenciana, limitando las zonas de nuevo desarrollo a lo estrictamente necesario y solo de uso residencial. Esta decisión se fundamenta en la gran cantidad de suelo productivo que existe a muy poca distancia del pueblo.
El modelo territorial propuesto está condicionado, en consecuencia, por la conurbación de Benirredrà y Gandía, municipio que ofrece al primero muchas dotaciones en materia educativa y sanitaria y aporta también importantes espacios productivos, en los que los habitantes de Benirredrà pueden encontrar oportunidades laborales. También hay que hacer mención a que este plan surge cuando las NNSS han alcanzado sus objetivos, de modo que las metas en materia de equipamientos y zonas verdes, ya se han conseguido, gracias al desarrollo de sus determinaciones.
El acierto en la gestión de suelo y la no afectación a la hacienda pública con las determinaciones urbanísticas, que defendían las NNSS y tan eficazmente ha ejecutado el Ayuntamiento de Benirredrà, marcan un antecedente del que no hay que desviarse. Tan solo podemos señalar, como elemento que debería constituirse en la seña de identidad del nuevo plan, la apuesta por una regulación de la edificación, que favorezca una arquitectura de mayor calidad y más centrada en modelos y soluciones concretas, que se manifiesten como una superación de la disparidad actual.