Terminamos el año con una cifra que, por redonda e impactante, merece una reseña: el equipo de AUG-ARQUITECTOS, SLP y sus colaboradores han elaborado fichas en Catálogos de Protecciones que justifican la protección de 5003 elementos. Esta cifra impresionante es fruto de más de tres décadas de esfuerzos en la protección de patrimonio paisajístico, natural y -sobre todo- cultural, en su vertiente arqueológica, etnológica y arquitectónica. Detrás de cada propuesta, de cada uno de esos 5003 elementos, está la voluntad de contribuir a preservar el legado heredado, para que nuevas generaciones sigan disfrutándolo y para facilitar su conocimiento, conservación y, eventualmente, utilización respetuosa. Y detrás de cada uno de ellos hay un trabajo de campo, de investigación, de gabinete y no pocas veces de defensa y persuasión ante nuestros interlocutores, de la necesidad de protegerlo.
Según el tipo de elementos, la protección persigue unos objetivos concretos. En unos casos se ha buscado su conservación exclusiva, incompatible con muchos usos (por ejemplo, en determinados yacimientos paleontológicos o arqueológicos de alto valor) mientras que en otros casos se ha intentado conciliar por todos los medios el uso y disfrute del bien con la conservación de los rasgos principales del mismo. La protección, entendemos que no debe limitar el derecho de propiedad, ni interpretarse como un impedimento para el desarrollo; más bien al contrario, una protección bien entendida es una premisa para facilitar el crecimiento económico, sobre todo de zonas rurales, amenazadas por el problema de la despoblación.
Trabajar en la protección del patrimonio es un signo distintivo de nuestra actividad profesional, una parte sustancial de nuestro trabajo como urbanistas y, en muchos casos, el contenido que consume más tiempo y energías de muchos planes generales. Después de más de treinta años dedicados a esta actividad, nuestro equipo puede echar la vista atrás con satisfacción, si bien hay no pocos casos en los que hubiésemos deseado implementar una protección extendida a un mayor número de elementos.
La protección del patrimonio supone también lidiar con muchos actores, con visiones a veces enfrentadas y con algunas posturas preconcebidas. Es por ello que la elaboración de un Catálogo de Protecciones es una labor ímproba y compleja que requiere no solo el dominio y conocimiento de la materia por parte de los autores del catálogo, sino una gran capacidad de empatizar, tenacidad e infinita paciencia. Algunos de nuestros catálogos llevan más de diez años tramitándose, mientras que en algún caso se ha conseguido resolver el expediente en un tiempo récord, de poco más de dos años, como sucedió con la revisión del Catálogo de Cortes de Arenoso (Castellón) aprobado en 2023 y por el que el Colegio Oficial de Arquitectos de la Comunidad Valenciana reconoció a AUG-ARQUITECTOS, SLP.
Los 5003 elementos, recogidos en 30 Catálogos de Protecciones (17 de los cuales ya están aprobados definitivamente) representan un compromiso y nos retratan como profesionales. Su protección ha supuesto un trabajo enorme, pero también el privilegio de haber conocido elementos que, de otra manera quizás, no hubiésemos tenido la suerte de disfrutar.
AUG-ARQUITECTOS, SLP agradece a los arqueólogos y paleontólogos que han colaborado con nosotros y a las personas que, desde la Administración, han confiado en nosotros y han hecho posible una contribución de esta escala, al patrimonio español.