El periódico Mediterráneo, de amplia difusión en la provincia de Castellón, contiene una sección denominada “LAS TERTULIAS DE CAFÉ 56” en la que, de un modo distendido e informal, invita a profesionales de distintos ámbitos a tratar temas de interés general, mientras disfrutan de una comida. La última tertulia ha estado dedicada a la evolución del urbanismo en la ciudad de Castellón en las últimas décadas y para disertar sobre ello, los invitados fueron tres arquitectos con una amplia experiencia: Consuelo Leal Jiménez, Ignacio García Campá y Víctor García Gil. En la edición impresa del 21 de febrero de 2023 se resume lo más relevante de la conversación que mantuvieron, caracterizada por la convicción de que la ciudad es hoy mucho más humana, accesible y homologable a otras capitales de provincia que han aprovechado los últimos años para renovarse y corregir un escenario de actuaciones no siempre bien planificadas.
El caso de Castellón, ciudad que carece de un centro histórico perceptible y bien conservado y donde el caos urbanístico fue la seña de identidad durante décadas, ilustra bien los esfuerzos que hay que implementar para superar la pesada carga heredada de una sociedad que le perdió el respeto a la ciudad construida y contemporizó con la degradación de la escena urbana y la consagración de la vulgaridad. Afortunadamente la sociedad avanza, las premisas de los nuevos desarrollos son hoy distintas y la transformación de una pequeña capital de provincias, como Castellón, ofrece en la actualidad soluciones equiparables a actuaciones similares emprendidas en otras ciudades de nuestro entorno.
La rehabilitación y regeneración urbana se convierten, en un caso como el de Castellón, en un pilar básico de las actuaciones necesarias para transformar la ciudad. Y este tipo de intervenciones, que necesariamente precisarán de la sustitución de muchas edificaciones de muy baja calidad edificatoria y pésima integración, son muy difíciles de llevar a la práctica y solo pueden prosperar cuando todos los actores (vecinos, propietarios, técnicos, promotores, constructores y Administración pública) empujan en una misma dirección.